Publicado por María Jesús Verdú
El Loco en Navidad siente que concluye un ciclo para iniciar uno nuevo con la entrada del Año Nuevo. De hecho, es la figura de los procesos cíclicos y de la transformación por excelencia. Así que él disfruta de estas fiestas navideñas sin preocuparse por lo que vendrá después. Simplemente, camina y toma lo que le apetece pero sin apegos emocionales. Las personas que celebran estas fiestas con el baile, ven al Loco danzando con ellos, siguiendo siempre hacia delante, como si bailara la conga.
El día de Navidad el Loco visita el portal de Belén, pero porque éste se ha cruzado en su camino, y contempla con satisfacción la inocencia del niño Jesús. En su marcha, también se cruza un grupo de niños, que cantan villancicos, y el Loco se une a ellos con su canto y lo eleva hacia el cielo, ¿habrá llegado su vibración al corazón de los ángeles?.
El Loco se acuerda en ese momento de su familia, ¿qué estarán haciendo ahora, estarán cantando también villancicos? Sin embargo, al Loco no se le dan bien los compromisos sociales pues los considera rígidos y rutinarios, demasiado calculados. Él prefiere la aventura y ahora está viviendo la aventura de
Antes de las campanadas, el Loco picotea comida en la sala de celebración del día de Nochevieja, llena a reventar de comensales y de personas demasiado alegres, y cuando la última campanada suena, él se detiene unos momentos, respira pausadamente, sale de la sala, prosigue su camino y saluda al Año Nuevo con una sonrisa pícara. Es así como el Loco parte rumbo hacia el Año Nuevo 2010 y lo hace sin prisas y sintiendo esa libertad siempre presente en su aliento y en su alforja ... Ummm, qué agradable sentir como la brisa acaricia su rostro y sus pensamientos…
Carta al Loco
19 de Diciembre de 2009
Querido Loco:
Si algo he aprendido de ti es a adentrarme en el momento presente y a no preocuparme queriendo controlarlo todo y planeándolo todo por anticipado dando por sentado cosas que a lo mejor no son ciertas. Sin embargo, creo que eres el Arcano que más hace lo que le gusta sin agobiarse ante los comentarios o la aprobación o la desaprobación de los demás. Es como si siempre tuvieras presente que siempre y cuando nos sintamos bien, merece la pena cada paso que demos en el camino. Es curioso, porque en cada huella tuya percibo felicidad y libertad. Supongo que tú no tienes ningún problema en desarrollar tu vocación, aquello para lo que has nacido aunque le pese a más de uno. Y eso es precisamente lo que te pido: que me ayudes a desarrollar mi vocación y a llevar a cabo mi trayectoria literaria. Así que te solicito que me llenes de inspiración, de tus aires creativos y desligados de las expectativas ajenas, y llenes este cofre que te traigo de esa capacidad tuya innata de seguir adelante a pesar de todo, de creer en mis palabras y en mi imaginación, desvinculadas de los resultados y concentrándome en cada paso, sorbiendo y recreándome en cada instante libre y puro en sí mismo, en cada sensación, en cada frase, en cada verso, en cada amanecer que presida mis días y sin agobiarme ni desalentarme, si no soy valorada como merezco. Lo que sea que deba ser, será…Y es ésa, precisamente, la aventura que deseo vivir ahora.
¿Llenarás mi cofre con tu esencia, querido Loco?
Atte.:
María Jesús
19 de diciembre de 2009
Querida María Jesús:
Para llevar a cabo tu propósito deberás ser firme y valiente pues hoy en día prevalecen ante todo los intereses comerciales y los nombres ya consolidados. Por tanto, si algo debes de tener muy claro es que hay que tomarse este proceso como una aventura en la que ir probando diversas opciones y tratar de hacérselas llegar a sus destinatarios. No sólo voy a regalarte el cofre con los ingredientes que me pides, sino que voy a regalarte además la carta del Emperador pues es él quien te reconocerá al final de tu aventura.
Percibo que llegarás al final exhausta y sin ninguna expectativa y será precisamente esa sensación de vacío la que te hará despreocuparte de tu propósito y, auque te resulte contradictorio, eso será lo que te liberará y te abrirá las puertas como resultado de tu lucha. Sin embargo, el Emperador se hará esperar y se hará de rogar.
Así que, mientras tanto, conténtate con seguirme a mí y, sobre todo, convéncete de que yo soy tu compañero de ruta en este viaje literario, divertido y creativo en el que la magia y la espiritualidad te van a llenar de sorpresas inesperadas y, créeme, en lo inpredecible y en lo fortuito, ¡yo soy un genio!.
Toma la carta y el cofre y llévalos siempre contigo. Cuando sientas que no hay nada más que puedas hacer y te desorientes en el camino, apriétalos fuerte contra tu corazón y manifestarán su poder.
Saludos e iniciemos ya esta aventura juntos...
El Loco