El Carro de la Vida
Y sin embargo el movimiento existe. La rueda es el símbolo del movimiento eterno. Avanzo hacia mi destino, llevado por la tensión mágica de las fuerzas opuestas. Son dos caballos a veces los que parecen tirar del carro, otras veces son dos Esfinges, y soy también uno con estos seres. ¿Mantendré mi control sobre el ímpetu de las fuerzas ciegas e impetuosas? El carro es el vehículo de mi Ser; abarca las cuatro esquinas del mundo, se encuentra sobre la Tierra, pero sube hasta los cielos; soy, asimismo la esfinge que abarca los cuatro aspectos, pero en movimiento perpetuo; la cuadratura del círculo, la rueda y el cubo.
Avanzo triunfante, y a cada momento soy distinto y el mismo; no conozco la derrota, ya que para mí, cualquier cosa es un camino entre mil de ellos, y mi destino es la eternidad. Mi soberanía es absoluta, mi elección irrevocable: Porto la corona y el cetro; soy un rey. ¿Tengo súbditos? Todo lo que tengo es el carro y mi dominio sobre él. El carro soy yo mismo, mi mundo extendiéndose hacia el infinito. Soy mi propio soberano, actuando sobre mi propio mundo, partiendo de la intimidad de mis deseos y pensamientos; el hogar es mi corazón, mi interior.
Por: Octavio
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