La Templanza

"No por mucho madrugar, amanece mas temprano”

Dicho español

Soy La Templanza, mi personalidad es tranquila, me gusta sentarme en mi silla colgante a ver el amanecer, observo como el cielo se pinta de todos esos colores y los rayos del sol van anunciando que un día nuevo empieza, su luz va descubriendo poco a poco el entorno y las flores abren sus pétalos decorando el mundo. Después, voy a mi jardín a regar la tierra donde he puesto semillas.

Es solo un asunto de tiempo y paciencia.

Hay mucha gente que se incomoda al verse en la necesidad de tratar conmigo… pero es porque no me entienden bien, hace falta tiempo para conocerme y más para comprenderme. Del Sol aprendí a concretar, pero de la luna a respetar los ciclos, los momentos y el tiempo para cada cosa. Y como si fuera el péndulo de un reloj, paso agua de una copa a la otra esperando el momento apropiado.

Hay un tiempo para todo y un momento bajo el cielo para hacer cada cosa:

Hay un tiempo de nacer

y otro de morir;

Un tiempo para plantar

y un tiempo para cosechar.

Un tiempo de dar muerte,

y otro para sanar;

Un tiempo de destruir

y un tiempo para construir.

Un tiempo para llorar

y otro para reír;

Un tiempo para los lamentos

y un tiempo para las danzas.

Un tiempo de esparcir piedras
y otro para recogerlas;

Un tiempo de abrazarse

y otro para separarse.

Soy gran amiga de la Emperatriz, ella sabe de lo que hablo cuando digo que todo llega, solo hay que esperar pacientemente. Pero no es una espera inerte, es una espera donde todo esta ocurriendo.

Soy la espera de la embarazada, no hay forma de acortar el tiempo, ha de esperar lo necesario para su bebe nazca sano y preparado para sobrevivir fuera de su vientre.

Soy la espera que transforma, que concreta los cambios, el tiempo que no puede ser evitado.

Soy lo que sigue después de una “muerte” de cualquier naturaleza. Hay que acomodar cosas, sanar, aprender de los errores, de los aciertos y así, purificarse para volver a renacer, para volver a empezar.

Yo estoy, donde las personas no pueden hacer nada. Soy la certeza que aquello por lo que se espera ocurrirá….a su debido tiempo. Los sabios saben valorarme pues saben mi secreto, la paciencia rinde sus frutos, la impaciencia no es buena consejera de nadie.

Minerva V.

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