
Hola, me presento, soy la mujer que está en el jardín de Los Enamorados, soy la que se siente amada y bendecida. Tocada por la gracia invisible del Ángel y bañada por la mirada amorosa de mi amante. Todo es fácil, sucede, fluye. Es el momento del encuentro lleno de magia y misterio.
Detrás de mi amado está el Árbol de la Vida, y detrás mío el Árbol del Conocimiento.
Me acerco, lo toco y pruebo sus frutos. En este momento todo cambia…

Una es mi historia, mi pasado, aquellos primeros amores que se reeditan una y otra vez.
Las viejas estructuras con sus emociones que me agarran, me toman, me confunden.
Y por otro lado el nuevo amor, la nueva vida, lo desconocido. Me siento como El Loco ante el abismo. Es la opción del camino de crecimiento de mi alma a través del amor.
Y también está, aunque no lo vea, Eros. Puedo sentir sus influjos, pero le temo a sus flechas porque sé que pueden traer tanto amor cómo dolor.
Siento deseo y a la vez culpa. Ahora tengo la libertad de seguir mi
corazón, de elegir, pero tengo miedo de las consecuencias.

Las dudas y los miedos se transforman y ahora soy Afrodita, la diosa más bella, la elegida, la que brilla, sonríe, se siente segura de sí misma y disfruta del amor.
Pero todo vuelve a cambiar y ahora soy Hera, la diosa engañada y abandonada. Siento furia, celos y deseo de vengarme hasta las últimas consecuencias.
Pero ahora todo cambió de nuevo y soy la diosa Atenea: fría, racional y distante. El amor no me toca. Soy la invulnerable hija de mi padre que juzgo con desprecio los enredos del corazón.

El Ángel ahora vive en mi corazón y el amor habita en mi alma. Juntos nos amamos, nos juntamos, nos separamos y nos volvemos a unir para bailar la eterna música del Ángel al compás de los latidos de nuestro corazón.
Marcela
http://tarotmitosyarquetipos.blogspot.com/
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