04 octubre 2008

Soy el Arcano XX - El Juicio



Yo soy el Ángel que trae el sonido de la eternidad. Es el sonido de la reconexión con la Fuente, el recordatorio de quién eres y qué has venido a hacer. Mi trompeta resuena con la vibración que despierta tus vórtices de energía y remueve a tu ser de forma tan intensa que naturalmente responderás a mi Llamado. Negar mi presencia sería la negación y traición a tu naturaleza, además el estancamiento seguro de tu evolución. Gracias a mi presencia te haces autoconsciente, logrando salir de tí mismo para contemplarte desde otra perspectiva.

Al sentirme, intuyes por un breve instante quién eres realmente y es entonces que decides retomar el camino del movimiento. Permanecías a oscuras encerrado en tu lápida sellada y sólo ahora, al levantarte, liberas tu alma y reconoces lo limitada que había sido tu existencia hasta el momento.






Me suelen asociar con el portador del fin de los tiempos. Sólo la ignorancia puede sustentar esta creencia. Yo marco los finales… sí, pero sobretodo los nuevos comienzos. ¿Cómo puedo traer una novedad que te hará abandonar quien eras si no te has preparado? Yo aparezco justo antes de los grandes cierres de ciclo. Una vez que me has percibido concientemente es gracias a mi que te sientes listo para regresar a tí.

Por mi presencia eres honesto, íntegro, autentico y esencial. Por mi eres capaz de sanar tus heridas a pesar del dolor. Y mi lema es que la conciencia se alcanza a través del sufrimiento. Salir de la oscuridad implica deshacerte de aquello que te ha mantenido atado y no te permitía escucharme. Para nacer antes has de morir, y para morir debes de soltar tus apegos. Gracias a la música que yo produzco te conecto con tus certezas, aquellas que te recuerdan que estás en el camino con corazón. Tus certezas desafían cualquier lógica externa. A través de mí purgarás –gracias a ti- lo que quedaba de oscuridad en tu interior.

Cuando aparezco en tu vida, es probable que no me percibas, pero los demás te sentirán extraño y cambiado. Los culparás y te sentirás triste por ello. Buscarás ayuda y estarás dispuesto a recibirla, permitiendo que se genere un espacio de sanación.




Tal vez no sientas el mismo placer en hacer las cosas que solías hacer y te enfrentes a grandes des-encuentros. Pero una vez que me aceptes, al mirarte al espejo lograrás re-conocerte como un ser nuevo. Podrás retomar tus vínculos desde otra perspectiva cuando antes los creías muertos. Podrás introducir los cambios de forma natural en tu vida porque ya cambiaste la piel, te sientes cómodo en ella.

Eres un ser nuevo, siempre el mismo, pero aún diferente, has renacido y si miras hacia atrás, finalmente podrás ver con claridad que siempre había estado contigo. Yo soy tu voz interior, la misma de la Sacerdotiza. De hecho, nuestros dígitos suman 2. Ella estaba justo después del comienzo y yo estoy justo antes del gran final. Ella guardaba los secretos que has ido develando a lo largo del camino. Hoy mi Llamado confirma que la escuchaste, por eso ahora puedes escucharme a mí.

Sigue tu camino, una vez que me has aceptado ya nada podrá alejarte de tu realización, que por cierto, está mucho más cerca de lo que piensas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

contra lo que mucha gente piensa, el fin de los tiempos es un momento de esperanza, no de terror

"sabed que entonces vuestra liberación está cercana", que dice el evangelio

Aurora Díaz dijo...

Ishtar:

Que profunda y a la vez accesible presentación. A los 61 puedo afirmar que el pellejo se muda muchas veces en la vida, a más conciencia, más mudanzas; a más resistencias, más dolor pues más fuerte resulta el sonido de la trompeta y el vómito del sepulcro cuando te tira afuera... Nunca nos quedamos en el mismo sitio, aunque no estemos conciente de ello.